Tienda online de productos de Miel
Bienvenido amante de la miel, en esta tienda online te mostraremos productos de miel, ese dorado y viscoso líquido de los dioses con un universo entero de aplicaciones. Aquí podrás encontrar infinidad de derivados de este regalo de nuestras amigas, las abejas, para que los tengas todos bien a mano y puedas disfrutar de ellos. ¡Vamos allá!
La miel es uno de los productos estrella cuando llegan temporadas de frío. Aunque se puede tomar durante cualquier época del año.
La podemos encontrar natural, añadida en snacks, en cereales, barritas de proteínas, concretando, en un sin fin de alimentos. Ya que es un dulce irresistible.
La miel no solo se utiliza en el ámbito alimentario, sino que en el sector cosmético ha ido avanzando a pasos agigantados. Sus múltiples propiedades la hacen indispensable para en el mundo de la belleza.
Historia de la miel
¿Crees que eres nuevo en utilizar este presente de la naturaleza? Ja, pues no, no te preocupes. Nada menos que 9.000 años hace que el ser humano la utiliza, eso que sepamos, y nosotros te traemos sus aplicaciones más populares. Acompáñanos más abajo, te contaremos un poco de historia…
Abeja fabricadora de miel
En la Cueva de la Araña, en Bicorp (Valencia), una pintura rupestre de entre el 8.000 y 6.000 a.C muestra a una figura femenina realizando tareas de recolección en un panal situado en un árbol. Pero las abejas ya producían miel mucho antes. La abeja fabricadora de miel, perteneciente al género Apis, existe desde hace 10 a 20 millones de años, unos cuantos antes de la aparición del ser humano, ¡casi nada!
¿Os imagináis un tarro de rica miel de esa época? Pues no resultaría tan rica. Aunque se habla de que la miel no tiene fecha de caducidad, esa afirmación no es cierta, aunque es verdad que dura mucho. Es cierto que es muy resistente a la degradación, pero no es aconsejable consumir mieles con más de tres años, dependiendo de las condiciones de conservación de estas. ¿Por qué? Porque la miel contiene microorganismos. Sí, sí, bichitos como bacterias, levaduras y mohos que con el tiempo pueden facilitar la proliferación microbiana haciendo que no esté en condiciones del todo óptimas para consumo.
Esto se produce porque la miel, aunque tenga muy poca concentración de agua y muchos azúcares, absorbe humedad del entorno y diluye esos azúcares. Por eso hay que almacenarla bien. Otros procesos afectan al olor y sabor de la miel sin generar productos perjudiciales y otros, sin embargo, sí que lo hacen, pudiendo generar hidroximetilfurfural, hasta el nombre es feo.
Pero algunos de estos microorganismos constituyen a este alimento como probiótico. Eso sí, solo en la miel natural cruda, si la pasteurizamos se nos aguó la fiesta. Contiene una bacteria que estimula el sistema inmune, la Lactobacillus kunkeei, súper conocida, faltaría más 😉, que también le aporta propiedades antibióticas. Nos vamos por las ramas, sigamos con la historia…
La Miel en las Civilizaciones
Ahora llegan los egipcios, y estos le dieron “caña” al uso de la miel de muchas formas. Para empezar, la miel era sagrada y para ellos procedía de las lágrimas del dios Ra y la incluían en todas las ofrendas a sus deidades. Constituía un alimento principal para los hijos egipcios y también era utilizada como remedio en las dolencias de los mismos. En sus viajes y aventuras conservaban la carne en estas lágrimas de su dios.
Con ella trataban afecciones como cataratas, llagas y también la empleaban en la cicatrización de cortes y quemaduras. La utilizaban como alimento que proporcionaba vigor y su uso en cosmética era muy extendido, al igual que en nuestro tiempo, ya veréis más adelante.
Vamos con los griegos:
En la mitología de esta civilización se dice que el dios Zeus fue alimentado con miel cuando era niño…y fijaros a donde llegó el mozo, a padre de todos los dioses.
Hipócrates, considerado el padre de la medicina y que falleció con 107 años, creía en ella para alcanzar la longevidad. La utilizaba para tratar lesiones cutáneas y úlceras. Los griegos la consideraban un alimento esencial en su dieta, tanto que Pitágoras se alimentaba a base de vegetales y miel.
Aristóteles, en su Historia de los animales, otorga un especial protagonismo a la miel, elaborando el primer recetario medicinal con este alimento como elemento principal y de base.
En esta cultura era considerada nutriente de los dioses.
Hablando ahora de los romanos, estos conservaban las frutas en miel para disfrutarlas durante todas las épocas del año y elaboraban bebidas dulces con este manjar. los perfumistas romanos, la utilizaban en gran número de aceites aromáticos. También la empleaban para combatir afecciones de ojos, garganta, nariz, oídos y pecho. Tenía fama de curar las heridas; las mordeduras de animales venenosos y el envenenamiento por las setas.
Las tradiciones celtas veneraban el hidromiel como fuente de inmortalidad y en la biblia aparece citada. Mas Inf.